Crítica: LA CONSPIRACIÓN DEL PÁNICO (EAGLE EYE), de D.J. Caruso

EAGLE EYE (Estados Unidos 2.008, 118 Minutos, Thriller-Acción)
Dirección: D.J. Caruso.
Guión: John Glenn, Travis Adam Wright, Hillary Seitz, Dan McDermott.
Reparto: Shia LaBeouf, Michelle Monaghan, Rosario Dawson, Michael Chiklis, Anthony Mackie, Billy Bob Thornton.
Fotografía: Dariusz Wolski.
Música: Brian Tyler.

Valoración: 7/10

Sinopsis: Jerry Shaw es un joven sin demasiadas expectativas en la vida que ha vivido siempre a la sombra de su ejemplar hermano gemelo. Pero tras la muerte de este en un accidente de tráfico, Jerry recibe una misteriosa llamada de una mujer coaccionándole para participar en una arriesgada misión. En la otra punta de la ciudad Rachel Holloman, una joven madre soltera, es reclutada por la misma voz. Jerry y Rachel tendrán que seguir paso a paso las instrucciones que reciben en una huída que les convertirá en los fugitivos más buscados del país.

Crítica: Decía Benjamin Franklin en una de sus frases más famosas, que cuando un pueblo arriesga su libertad en favor de su propia seguridad, no merece tener ni la una ni la otra. En contra de los consejos del genio, lo cierto es que en este pavoroso mundo moderno los que pueden (o podemos) tendemos irremediablemente, impulsados por cobardía o instinto de conservación, a encerrarnos en una gigantesca burbuja de falsa seguridad. Las naciones se convierten en enormes habitaciones del pánico donde simplemente por cruzar su frontera, podemos sentirnos totalmente a salvo o, por contra, dispuestos a afrontar cualquier peligro. Esta seguridad llevada a la paranoia, no es sino una extensión de la excesiva comodidad que padece el primer mundo. Todo lo que nos importa está en manos ajenas y estas a su vez, han delegado en la tecnología. Una máquina, un chip, un botón, un código… son ahora conceptos más cercanos a la hora de conformar nuestra identidad, que el color de ojos, el tono de piel, la forma de hablar o la propia alma. En Eagle Eye D.J. Caruso, que lleva camino en convertirse en un clásico del género paranoide, expone una sociedad fanática del control que tiende a perder los nervios cuando incluso el más mínimo detalle está fuera de su mando. Muestra a una civilización humana no ya sólo guiada por la inteligencia artificial, sino por sus propios miedos. Enrevesada trama hitchconiana aparte, este trepidante filme no causará pavor a algunos por su evidente crítica al exceso de celo de algunas naciones en detrimento de las libertades civiles, sino simplemente porque incluso dentro de esa gran burbuja antipánico, nos muestra vulnerables.